Hay un tema que suele asustarnos y del que casi nunca hablamos, el cáncer de seno. Lo primero que debes tener en mente, cuando pienses en esta enfermedad, es que es prevenible y curable. Por eso, para estar mejor informadas, hoy te explicaré qué debes saber sobre él. ¡Conocerlo a fondo es importante para que sepas enfrentarlo si llega a ser necesario!
¿CÓMO SE ORIGINA EL CÁNCER DE SENO?
El cáncer de seno se origina cuando algunas células mamarias comienzan a crecer de forma anormal y se acumulan formando un bulto o masa. Las causas son diversas. No se sabe exactamente por qué hay personas que sin tener ningún factor de riesgo llegan a desarrollar este tipo de cáncer, mientras que otras que sí los tienen, nunca lo hacen. Se cree que se puede producir por una interacción compleja entre la genética y el entorno (Clínica Mayo, 2019).
La herencia es uno de los principales factores de riesgo, pero hay otros que tienen que ver con el estilo de vida. Por ejemplo, aquellos relacionados con el consumo de alcohol, el tabaquismo, la falta de actividad física, el sobrepeso y la obesidad (OMS, s.f.)
Además de esto, otros factores de riesgo son:
- Primera menstruación a edad temprana (antes de los 12 años).
- Tener al primer hijo a una edad mayor (después de los 30 años).
- Nunca haber estado embarazada.
- Comenzar la menopausia después de los 55 años.
- Haber consumido anticonceptivos por más de 10 años.
- Edad avanzada.
Síntomas del cáncer de seno
Además de saber cuáles son las causas, es importante que sepas cómo lucen y se sienten normalmente tus senos. Lo mejor es que estés pendiente si observas algún cambio en ellos.
Pero tranquila, los cambios en la forma pueden ser normales, ten presente que días antes o después de la menstruación los senos cambian su tamaño y la piel, su contextura. Estos cambios también pueden deberse al embarazo.
Entonces, ¿cuándo debes acudir al médico? Es importante que un especialista te revise si los siguientes síntomas son constantes:
- Hinchazón de todo el seno o parte de él.
- Formación de hoyuelos en la piel (como cáscara de naranja).
- Dolor en el seno o pezón.
- Retracción o contracción de los pezones.
- Piel del seno roja, seca, descamada o gruesa.
- Secreción del pezón.
- Bulto o hinchazón en los ganglios linfáticos de las axilas.
¿Cómo prevenir el cáncer de seno?
Instituciones como la OMS recomiendan practicar cualquiera de los siguientes métodos para la detección temprana del cáncer de seno. El primero es prestar atención a los síntomas, si es posible lleva un registro. El segundo es practicar la mamografía periódicamente.
Recuerda que debe ser una vez al año, después de cumplir los 40. Aunque si existe algún antecedente familiar, deberá ser a partir de los 30 años. Sin embargo, esto lo determina el especialista.
Ahora, es probable que hayas escuchado sobre el auto examen, pues es la práctica más recomendada para detectar la aparición de los primeros síntomas. ¿De qué se trata?
Auto examen
Se trata de la inspección visual y manual que realizas en la comodidad de tu casa. Para hacerlo sigue los siguientes pasos:
- Párate frente al espejo, sube los brazos y observa detenidamente tus senos. Detecta si hay cambios de color o apariencia o si existe hinchazón.
- Después, acuéstate boca arriba y coloca un brazo detrás de la nuca.
- Realiza la exploración manual, tocando con la punta de los dedos tu seno, de forma circular, de adentro hacia afuera y viceversa. También es importante que explores las axilas, buscando algún bulto o punto doloroso.
- Repite la operación con la otra mama.
- Finalmente, realiza la misma exploración estando de pie o sentada.
Ten presente que para prevenir el cáncer de seno también es importante cuidar tu bienestar general y mantener hábitos saludables, por ejemplo, llevar una alimentación balanceada, practicar ejercicio, dormir bien, evitar el cigarrillo y el alcohol. Recuerda que tener un buen estilo de vida influye en la calidad de tu salud, así que pon en práctica estas recomendaciones y, si tienes dudas, consulta a tu médico de confianza.
