Sin duda, hay muchas padres que sufren por las humillaciones que sus hijos inconformes les hacen. Nada los satisface por más que se haga el esfuerzo más grande para complacerlos. A pesar de que un hijo es el centro de la vida y el tesoro más preciado de sus padres, no siempre en la relación padre-hijo las cosas fluyen de la mejor manera.
Para la mayoría de los nosotros los padres, ver crecer y triunfar a nuestros hijos es motivo de orgullo y muchísima felicidad. Sin embargo hay hijos inconformes que no lo sienten así y tratan a sus progenitores de una manera irrespetuosa y grosera, descargando sobre ellos sus rabias y frustraciones. Desprecio, gestos despectivos, palabras hirientes y humillaciones, son algunas de las reacciones más comunes hacia quienes más los quieren: sus padres.
¿Por qué nuestros hijos están inconformes?
Lo ideal sería que existiera no solo un amor incondicional de ambas partes, sino un profundo respeto , consideración y una buena comunicación, abierta y sincera. Nuestros hijos inconformes deben entender que a pesar de que somos los proveedores, ellos también llegada una cierta edad deberían tomar aunque sea un mínimo de responsabilidad. Así podrían entender mejor lo que significa trabajar y ganarse el dinero, para poder complacer algunos de sus gustos.
Por qué tratan mal a sus padres
Los hijos inconformes sienten entre otras cosas que no son felices con lo que tienen. A veces esperan más de lo que sus padres o su familia más cercana puede proporcionarles. Cuando sus expectativas no son complacidas, los hijos inconformes reaccionan de forma grosera y agresiva. Ello hace que la relación se deteriore, y como consecuencia, comienza una lejanía entre ellos y sus padres.
Este tipo de reacciones no favorece la buena relación familiar y hace que la convivencia en el hogar se torne muy difícil. Un hijo debe entender los sacrificios que hacen sus padres para proporcionarles lo que necesitan y más.
¿Cómo resolver la diferencias?
Lo más importante es hacerle entender a los hijos inconformes cuando te agredan verbalmente o te humillen, que han cometido un error y que deben disculparse. De no hacerlo, podrían caer en conductas similares con otras personas, a lo largo de su vida. Esto lo llevaría al rechazo de los demás y en consecuencia podrían sentirse infelices y tristes.
Debemos hacerles entender a nuestros hijos que no todo lo que piden puede ser concedido. Hay momentos en los que podemos complacerlos y otros en los que no podemos. Lo importante es que los hijos inconformes lo asimilen y no reaccionen groseramente contra sus padres. No detener esta situación a tiempo, originaría grietas familiares y la unión y la comunicación se verían afectadas. No permitamos que esto ocurra por el bienestar familiar.
La buena relación entre padres e hijos es fundamental. Esto contribuye con la paz, la unión y el amor en el hogar!
Para finalizar hay una frase de Sócrates que me impactó y la comparto con ustedes:
«Los jóvenes hoy en día son unos tiranos. Contradicen a sus padres, devoran su comida, y le faltan el respeto a sus maestros»