¿Cuántas veces hemos sentido momentos de rabia o ira ante algunas circunstancias? Esa situación de disgusto extremo puede haber sido ocasionada por problemas que nos afectan en forma personal. La rabia es dañina y generalmente puede surgir por situaciones externas, como discusiones y enfrentamientos con otras personas.
La rabia, de no controlarse, podría ocasionar graves consecuencias tanto para los que la sienten, como para terceros. El enojo fuerte e incontrolado nos bloquea y hace difícil la solución al problema. Nos hace perder la calma.
Muchas veces esta situación se origina por causas que podrían solucionarse, sin ocasionar molestias o graves secuelas.
Es importante saber que la rabia es dañina y si no logramos manejarla bien nos podría hacer actuar de forma agresiva y peligrosa. Además podría llevarnos a sufrir graves consecuencias en nuestra propia salud. Hay casos donde se han presentado serios problemas cardiovasculares y aquí la consulta y ayuda profesional es de fundamental urgencia.
¿Qué hacer ante la rabia?
Hay que sabe resolver y evitar esos momentos de rabia e ira desatada. El autocontrol tiene que ser un arma que nos sirva para evitar su desborde. Por eso es muy importante analizar cuáles fueron las causas que originaron esta fuerte situación de rabia. Tienes que lograr con exactitud detectar el motivo que la ocasionó. Identifícalo plenamente. De esa manera podrás saber cómo reaccionar ante el hecho ocurrido.
Es muy importante obtener la calma necesaria para evitar tomar decisiones erradas. De no hacerlo la situación podría empeorar. Hay que entender que una ira mal manejada puede convertirse en algo peligroso para ti como para terceros. Es vital lograr su control. Tienes que tranquilizarte en todo momento para así evitar que esta situación explote.
De no poder ni saber controlar estos continuos momentos de rabia o ira, debes acudir a la consulta de un profesional en la materia para que te ayude a superarlos y así evitar daños mayores.
«La rabia es un veneno que te oxida por dentro» __Anónimo