Para ganar el respeto y la consideración que mereces evita la vulgaridad y trata a las demás personas como quieres ser tratada. Te has puesto a pensar lo desagradable que es tropezarse con gente que emplea un léxico inapropiado al expresarse? Son personas que emiten de forma continua y natural palabras y términos que perturban y ofenden. También suelen utilizar gestos corporales que generan un gran irrespeto visual para aquellos que lo ven o lo reciben.
Todas estas situaciones que exhibe su autor o protagonista, lo califican como poseedor de una actitud malsana y vulgar.
Características de las personas vulgares
Generalmente esta gente que hace de la vulgaridad su diario y acostumbrado quehacer, denota poseer una educación mediocre. Así lo demuestran con su lenguaje y gestos ordinarios y ya habituales.
La grosería que emite constantemente, puede convertirse en una grave y peligrosa ofensa para los terceros. Muchas veces y aún actuando en forma equivocada al mostrar su vulgaridad, puede generar algún grado de temor y de esa manera recibir un respeto que no merece.
Sin duda que la utilización de palabrotas o gestos inapropiados, es algo profundamente irrespetuoso. Este mal hábito, causa gran incomodidad y molestia a terceros, y a veces hasta reacciones que pudiesen ser peligrosas. Lo ideal es alejarte de este tipo de personas que atropellan con su manera de ser.
La vulgaridad te aleja de respetarte a ti misma
Tenemos que estar claros que la vulgaridad causa repudio hacia quien la emite. No caigas en esto, evita la vulgaridad. Hay que huir del hecho de utilizar malas palabras y gestos vulgares, ya que eso arruina tu reputación y lo único que lograrás es ser excluída del ambiente que frecuentas.
Para lograr ser respetada evita la vulgaridad y el uso de improperios y palabras o frases de doble sentido. Tienes que saber controlarte al expresarte, tanto en lo hablado como en el uso de gestos inapropiados. Ten siempre presente que ser catalogada como vulgar no es ninguna ganancia. Todo lo contrario, será un sello que te marcará como alguien no deseada y hasta repudiada. Sabemos que no somos perfectas, pero hay lÍmites que tenemos que respetar. La vulgaridad no permite la sana evolución personal ni profesional.
Como protagonistas de nuestra vida no podemos caer en situaciones que solo nos generarían mucho daño. Ser vulgar es una de esas. Evita la vulgaridad y siéntete orgullosa de mostrar una actitud cordial y respetuosa con las personas de tu entorno.
«La diferencia entre lo sutil y lo vulgar no está más que en tu ignorancia».__ Rabindranath Tagore
