Cómo Llevar un Matrimonio sin Amor?

Llevar un matrimonio sin amor es de las situaciones más difíciles que podemos vivir. Sobre todo, porque nos sentimos con la presión de seguir esa idea romántica de que nos casamos para toda la vida.

Pero, contrario a lo que muchos piensan, la vida perfecta en las relaciones de pareja no existe. Lo que en un inicio parece ser encantador, pasado el tiempo puede convertirse en rutinario y exasperante. Es ahí cuando todo comienza a quebrantarse.

Hoy te hablaré precisamente de esas situaciones que pueden propiciar un matrimonio sin amor. También te contaré cómo evitar que se desgaste aún más la relación y cuándo es necesario pensar en un divorcio.

Así inicia un matrimonio sin amor

El amor nace, crece y también puede extinguirse. La principal razón de que desaparezca empieza con la monotonía. Cuando nos casamos priorizamos a nuestros hijos y una vida en familia.

Helen Fisher, bióloga de la Universidad Rutgers de Nueva Jersey, señala que evolutivamente estamos diseñados para preferir la crianza por encima de nuestro bienestar. Por eso, solemos abandonar nuestra felicidad en pareja (Bargueño, 2018).

Otro factor para un matrimonio sin amor es la pérdida de la etapa del enamoramiento, pues se dejan a un lado los detalles. Asimismo, deja de importar el bienestar en pareja. Es en estas circunstancias que muchas mujeres comienzan a buscar en otros lo que no pueden obtener de sus esposos.

De hecho, el 77% de las mujeres que participaron en una encuesta de la red Second Love, afirmaron que, tener una nueva persona aparte de su matrimonio, las hacía sentir más importantes e interesantes. También, más deseadas y escuchadas. (La Vanguardia, 2017)

¿Se puede arreglar un matrimonio sin amor?

Sí es posible volver a tener un matrimonio feliz. Todo depende de que tanto tú como tu pareja estén dispuestos a recuperar su relación. Estas son algunas estrategias que pueden funcionar:

• Es importante generar diálogos. Además de ayudar a identificar el problema, hablar en pareja permite que ambos puedan manifestar sus puntos de vista.
• Retoma las actividades en pareja. Casarse y tener una familia no significa dejar de vivir. Establezcan juntos una agenda de planes que a ambos les guste para fomentar el amor mutuo.
• No pierdas de vista la intimidad, ya que influye significativamente en la relación. Es importante generar conexiones físicas, pero también emocionales.
• Agenda una cita con un consejero matrimonial. El especialista puede ayudar a encontrar los aspectos por mejorar en la relación de pareja y proponer soluciones.
• Sé detallista. Sorpréndelo regalándole algo que sabes que va a apreciar. La rutina es enemiga del matrimonio. Cambia tu actitud y proponte ser esa mujer que un día lo conquistó con tu forma de ser y actuar.
• Si aún sientes que lo quieres, trabaja en tu relación para que funcione. Es importante que te dejes enamorar nuevamente. No pongas resistencia por cosas del pasado que te duelen. Déjate envolver por los bellos momentos que se presenten. Nunca es tarde para darle una nueva oportunidad a tu matrimonio. Es importante que estés clara en que muchas veces el amor del noviazgo se va transformando en un amor diferente, menos pasional. Sin embargo no te preocupes, le pasa a casi todos los matrimonios que llevan años juntos. Eso no significa que se acabó el amor. Todo lo contrario, se debería fortalecer y convertirse en un amor más sólido y compenetrado.

• Si te ha traicionado, piensa si puedes perdonarlo. En muchísimas parejas la traición es una constante. Los hombres tienden a buscar fuera lo que no consiguen en casa. El ritmo de vida que llevamos nosotras, hace que nos sintamos abrumadas y dejemos de ser esas mujeres cariñosas, comprensivas, creativas y tolerantes que los conquistamos. Entre la casa, los niños, el trabajo y toda la carga diaria de actividades y obligaciones que tenemos, estamos sometidas a grandes niveles de ansiedad y estrés. Eso hace que la creatividad y los deseos de sentirte provocativa, sexy y complacer a tu pareja, como al principio, puedan perderse. Proponte darle prioridad a tu matrimonio. Eso podría revertir las cosas a tu favor y cambiar una relación hostil a una de mayor complicidad, comprensión, comunicación y donde prive el amor sincero.

¿Cuándo es mejor divorciarse?

Las mujeres solemos aceptar un matrimonio sin amor por miedos e inseguridades y también por dependencia. No es fácil enfrentarnos a las críticas sociales. Tampoco es fácil abandonar nuestra zona de seguridad o confort para comenzar una nueva vida. Muchas veces y, es entendible, da temor expresar abiertamente que ya no amamos a nuestra pareja.

Sin embargo, es necesario que analices bien lo que realmente quieres y si estás dispuesta a asumir con gallardía la decisión. ¿Sabías que un estudio realizado por el Instituto Karolinska de Estocolmo reveló que las mujeres con matrimonios estresantes, tienen tres veces más riesgo de sufrir un ataque cardíaco? (Fundación Española del Corazón, s.f.).

Aparte de cuidar tu salud, estos son algunos aspectos que te indican cuándo es mejor renunciar a un matrimonio sin amor:

• Existe una relación de abuso. La violencia no es solamente física. Si hay maltrato verbal, críticas constantes, exceso de celos y falta de empatía, es mejor alejarse.
• La relación que se basa en las mentiras tampoco es beneficiosa. La falta de confianza no solo afecta tu tranquilidad, es también la responsable de una falta de autoestima.
• Si solo hay voluntad de una de las partes, hay que dar un paso al costado.

Ahora, antes de tomar esta decisión tan importante, te aconsejo que lo pienses bien. Si no estás muy segura de qué es lo mejor para ti, lo ideal es que te asesores con un terapeuta antes que con un abogado. De esta manera, podrás tener una mejor perspectiva de tu vida en pareja. Además, te permitirá hablar sin sentirte juzgada y reparar aquellas heridas que se han originado.

Si me preguntas cómo llevar un matrimonio sin amor, solo te puedo decir que no es nada fácil. Pero tampoco mereces condenarte al desamor, ni dejar de percibir las ilusiones que la vida te ofrece. Como mujer segura, que sabes lo que quieres, date el valor que tienes y toma la decisión adecuada. No te apresures. Piensa bien las cosas.

Para finalizar te dejo este pensamiento: Nunca pongas en manos de otros tus decisiones de vida. Es tu matrimonio y nadie mejor que tú sabe si puedes salvarlo o no!