Entrenamientos que aumentan el deseo sexual

Con los años el deseo sexual puede ir desapareciendo. Hacer ejercicio ayuda a mantener no solo la salud mental y física sino a mejorar las relaciones sexuales y la vida en pareja.

Todos sabemos que la actividad física es buena para nosotros, pero, es fácil olvidar lo importante que realmente es. Simple y llanamente, el ejercicio es beneficioso para todo tipo de salud, no sólo para el bienestar físico y mental, sino también para la salud y el deseo sexual. Además, es evidente que el deseo y la actividad sexual satisfactorios, pueden, a su vez, mejorar tu salud y tu calidad de vida.

Hay estudios que muestran algunos beneficios sorprendentes, que incluyen, mejoras en la memoria, en la salud cardíaca, en la presión arterial, en la salud mental, en la vinculación de pareja y más. Pero, volvamos a la práctica de ejercicios físicos. No cabe duda de que ponerse en mejor forma, puede, a su vez, mejorar tu deseo sexual y tus habilidades en el dormitorio. Así, que si deseas asegurarte de que tu pareja experimente lo mejor de sí misma cuando se apaguen las luces, intenta hacer ejercicio.

Sigue leyendo para descubrir por qué está científicamente comprobado que el ejercicio mejora el rendimiento sexual, tanto en el hombre como en la mujer.

Deseo sexual: ¿Por qué el cardio y el sexo van de la mano?

Ya sea que “ir toda la noche” se alinee con tu fantasía sexual, es necesario entender que, una salud cardiovascular sólida, es la base del sexo. De hecho, hacer el amor es un ejercicio aeróbico que eleva la frecuencia cardíaca, la presión arterial, y la demanda de oxígeno de tu corazón, especialmente en los 10 a 15 segundos que dura el orgasmo. Las sesiones regulares de cardio tienen los mismos efectos fisiológicos, poniéndote así, más en forma, para estar a la altura de la ocasión, cuando sea el momento de amar.

Una buena salud cardiovascular es también esencial para los hombres que sufren de disfunción eréctil, (la cual evita su disfrute del sexo) y, que deseen mantener una adecuada erección.

La disfunción eréctil puede ser causada por una variedad de condiciones cardiovasculares y de salud, que incluyen enfermedades cardíacas. También diabetes, hipertensión arterial, síndrome metabólico, cáncer de próstata, niveles bajos de actividad física y más, según la Clínica Mayo.

Deseo sexual: ¿Entonces puede el ejercicio mejorar la disfunción eréctil?

Un estudio publicado en la revista Sexual Medicine, analizó si el ejercicio físico estaba relacionado con una mejor función sexual y eréctil en hombres afroamericanos. Estos habían estado infrarrepresentados en la literatura y, definió un punto de referencia, acerca de la cantidad de ejercicio mínima, para lograr una mejor función sexual eréctil. Los hombres que informaron realizar ejercicios más frecuentemente tuvieron puntuaciones de función sexual más altas, independientemente de la raza.

En las mujeres, la enfermedad cardiovascular está relacionada con un deseo sexual más bajo. Los investigadores encontraron que todos los dominios de la función sexual, incluida la excitación, la lubricación vaginal, el orgasmo, y por otra parte, la insatisfacción sexual y el dolor, estaban presentes, y se veían afectados, en aquellas  mujeres  con enfermedades cardíacas previas. Por lo tanto, el ejercicio cardiovascular resulta un buen punto para comenzar, si deseas mejorar tu vida y tu deseo sexual.

Comienza con ejercicios que puedas asumir regularmente

Pero, si según datos de la Clínica Mayo, el ejercicio cardiovascular parece una gran colina que escalar, lo mejor que puedes hacer es comenzar con algo, aunque sea poco o parezca pequeño. Al realizar cualquier actividad que te interese, siempre va a ser mejor que no realizar alguna. Por ejemplo, trata de realizar caminatas breves de 5 minutos por la mañana y por la noche, aumentando el tiempo y el ritmo de la caminata, hasta que puedas manejar, cómodamente, un ritmo rápido durante al menos ½ hora.

El entrenamiento en intervalos de alta intensidad quema grasa, y aumenta la musculatura de manera más eficaz y eficiente, que los trotes de una hora alrededor de la cuadra. Los hombres que padecen de disfunción eréctil, igualmente, pueden probar algunos de estos ejercicios para mejorarla.

Cuando pensamos en los entrenamientos de los músculos centrales, muchos de nosotros asumimos, que se trata del agotador recorrido hacia un conjunto de abdominales. Pero también hay que tomar en cuenta los glúteos, los oblicuos, las caderas y los músculos lumbares, todos los cuales desempeñan un papel importante en la actividad sexual.

La vida sedentaria aumenta el riesgo de lesiones durante el sexo

Para empezar, los ejercicios corridos hacen que la sangre fluya hacia la sección media, donde tiene lugar la mayor parte de la magia del sexo. Pero quizás lo más importante es el hecho, de que apretar el músculo puede mejorar la resistencia y reducir el riesgo de lesiones durante las relaciones sexuales. Lesiones estas que aumentan a medida que más personas llevan estilos de vida más sedentarios.

Estar sentados durante períodos prolongados no sólo engorda y reduce el flujo sanguíneo, sino que también debilita los músculos centrales. Cuando llega el momento, una sección media débil y cansada te deja expuesto a lesiones. Y una espalda baja debilitada, no es lo ideal como afrodisíaco. Así que más allá de los abdominales, las planchas y las sentadillas, para mejorar tu vida sexual, prueba los ejercicios para la espalda.

Deseo sexual y yoga

Cuanto más puedas girar, estirarte, y doblarte sin, por supuesto, caerte de la cama, más se te abrirá el mundo, en cuanto al deseo sexual y al sexo. El yoga ha ayudado a los seres humanos durante milenios, a mejorar su flexibilidad, fuerza y equilibrio. Ahora, gracias a las maravillas de la ciencia moderna, sabemos que esta práctica ancestral puede conducir también a un mejor sexo.

Hacer yoga mejora la vida y el deseo sexual en las parejas. Además de dar flexibilidad, fuerza y equilibrio mental.

En un estudio realizado con 65 hombres inscritos en un campamento de yoga, los investigadores encontraron que esta disciplina mejoró los puntajes de función sexual, auto informados, en todos los ámbitos. Esto ayudó a reforzar el deseo sexual, la satisfacción, el rendimiento, la confianza, la sincronización de la pareja, la erección, el control de la eyaculación y el orgasmo, en los sujetos que participaron del estudio.

Los autores condujeron un estudio similar en un grupo de 40 mujeres, quienes descubrieron resultados beneficiosos comparables. Después de 2 semanas de práctica en un campamento de yoga, las sujetos del estudio informaron una mejora en todos los dominios de su función sexual.  Deseo, excitación, lubricación, orgasmo, satisfacción y dolor. Las mujeres de 45 años o más, experimentaron mejoras aún más significativas que las mujeres más jóvenes. El yoga puede entonces, encaminarlas hacia un mejor sexo.

Deseo sexual y ejercicios de Kegels

También conocidos como ejercicios del piso pélvico. Estos ejercicios fortalecen los músculos de nuestra región inferior, los que sostienen a la pelvis, al intestino delgado y al recto. En las mujeres se ha demostrado que los ejercicios de Kegels también ayudan al útero. Y tanto en hombres como en mujeres estos ejercicios también se relacionan con la función sexual, según la clínica Mayo.

En un estudio publicado en la revista de medicina sexual, el investigador asignó, al azar, a 145 mujeres postmenopáusicas, y las separó de la siguiente forma.

  • Una parte del grupo recibiría educación sexual formal.
  • La otra, atención postmenopáusica de rutina.

Los ejercicios de Kegels mejoran el deseo sexual y las relaciones sexuales. Además brindan flexibilidad, equilibrio y fuerza. Practiícalos como rutina al menos 3 veces por semana.

Después de 12 semanas, cada grupo completó un cuestionario acerca de la función sexual femenina. Los investigadores descubrieron que las mujeres de los grupos de Kegels obtuvieron puntuaciones mucho más altas en excitación, orgasmo y satisfacción sexual que las de los grupos de control.

Deseo sexual: Resultado de otro estudio

Otro estudio publicado en la revista Enfermería Clínica llegó a resultados similares. En este caso, un grupo de 32 mujeres que habían dado a luz, al menos una vez, midieron su autoeficacia sexual, en varias ocasiones. La primera, antes de la práctica de 6 semanas de ejercicios de Kegels. Luego la midieron, nuevamente, después de 3 semanas de practicar dichos ejercicios y  una vez más, después de las intervenciones de 6 semanas.

Los autores del estudio encontraron que la práctica de los ejercicios de Kegels estaba asociada con importantes mejoras en la autoeficacia sexual. Ellos concluyeron que se debe alentar a las mujeres a realizar dichos ejercicios, para abordar las preocupaciones sexuales en el período postparto.

Ref: Charles Williams

Clínica Mayo

Dr Isidoro Bronstein

Medicina Preventiva y Longevidad


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