Los productos naturales para los cuidados de la piel resultan más eficientes, pues aportan el 100 % de los nutrientes. Los jabones naturales, por ejemplo, son una gran alternativa, ya que puedes hacerlos en casa y crearlos de acuerdo con tu tipo de piel.
La ventaja de los componentes vegetales es que te ayudan a curar irritaciones, mejorar la apariencia de cicatrices o simplemente hidratar profundamente la dermis. Y, a diferencia de los jabones cosméticos, estos no contienen parabenos, siliconas u otros químicos. Además son amigables con el medio ambiente.
¿Por qué usar jabones naturales naturales para el cuidado de la piel?
Los aceites vegetales son los ingredientes base de los jabones naturales. Por eso, nutren e hidratan mejor. Y si bien el secreto de la salud y belleza de la piel está en una buena alimentación, su bienestar también se puede alcanzar con la aplicación directa de los elementos naturales.
Jabones naturales: beneficios para la piel
Antes de animarte a producir tus propios jabones naturales, es necesario que conozcas sus aportes para el cuidado personal.
- Extracto de naranja: La vitamina C purifica la piel.
- Esencia de lavanda: Reestructura pieles irritadas y su aroma también tiene efectos relajantes.
- Aceite de argán: Hidrata profundamente y recupera el aspecto brillante de la piel. Es cicatrizante y antioxidante.
- Avena: Elimina las células muertas y tonifica la piel.
- Caléndula: Además de ser antiséptica, protege contra infecciones e inflamaciones.
- Karité: Combate los daños causados por el sol. Es cicatrizante y previene la aparición prematura de las arrugas.
- Romero: Recupera la firmeza de la piel del rostro y aporta más elasticidad a la piel de tu cuerpo.
¿Cómo hacer jabones naturales?
Esta es una receta básica para hacer tus propios jabones naturales. Al final le puedes agregar otras esencias y exfoliantes para mejorar los cuidados de la piel.
Ingredientes
– 600 gramos de aceite vegetal (de oliva, coco, aguacate, manteca de karité)
– 200 mililitros de agua
– 80 gramos de soda cáustica
Utensilios
– 2 recipientes de vidrio
– 1 batidora
– Moldes para el jabón
– Gafas de protección
– Guantes gruesos de caucho (como los de cocina)
Preparación
1-Antes de empezar a hacer los jabones naturales, no olvides ponerte los guantes y las gafas de protección, porque como vamos a usar soda cáustica, su manipulación directa puede irritar la piel.
2- Vierte el agua en uno de los recipientes de vidrio y agrega poco a poco la soda cáustica. Siempre se debe añadir la soda al agua y no al contrario, así evitarás salpicaduras. Revuelve con la batidora hasta que se unan los dos ingredientes completamente. Deja reposar la mezcla.
3- En el segundo recipiente de vidrio mezcla los aceites. Lo ideal es que uses varios para optimizar las propiedades humectantes. El aceite de coco, en particular, ayuda a solidificar la mezcla.
4- Agrega la mezcla de la soda a los aceites y revuelve con la batidora hasta lograr una consistencia espesa.
En este paso incorpora los ingredientes adicionales que quieras como esencias naturales, avena, café, lavanda, pétalos de rosa, canela o cualquier elemento que beneficie tu piel. Aquí es importante tener en cuenta sobre todo de estos dos tipos:
a) Piel seca: ideal usar aceites como el de oliva porque retienen el agua en la piel.
b) Piel grasa: lo mejor es usar aloe vera o romero porque ayudan a controlar el brillo del rostro.
5- Revuelve hasta lograr una mezcla homogénea.
6- Vierte la mezcla en los moldes y deja enfriar por mínimo un día.
Después que estén listos y compruebes sus beneficios, no dejarás de producir tus propios jabones naturales. Recuerda que ante cualquier inquietud que tengas, lo mejor es que consultes a tu dermatólogo de confianza.
