En esta ocasión hablaremos del retinol, porque cuidar la piel, sobre todo la de la cara, es muy importante. Recuerda que la piel es el único órgano de nuestro cuerpo que está en contacto constante con el exterior (Sanitas, s.f.). Nos protege del calor, el frío, el aire, las bacterias y muchas cosas más.
Es importante cuidar la piel, porque refleja tanto la salud física como la mental. Uno de sus grandes enemigos es el sol porque acentúa los signos del envejecimiento. Por esto, en este artículo te hablaremos sobre el tratamiento anti-edad que será el mejor aliado de la piel de tu cara.
¿Qué es el retinol?
El retinol es una molécula usada en la estética para mitigar las arrugas (El País, 2020). Su gran poder reside en su tamaño: es muy pequeña por lo que puede llegar hasta las capas más profundas de la piel (epidermis).
Una vez allí, es capaz de actuar sobre el colágeno y la elastina, las proteínas que reafirman y le dan elasticidad a nuestra piel.
¿Cómo actúa en tu piel?
Los retinoles son multiuso, porque le brindan a la piel luminosidad, reducen la aparición de arrugas y matizan las manchas (Capafons, 2013). Así es cómo actúa en la piel, especialmente en la de mujeres mayores de 40 años:
- Disminuye las manchas, porque reprime la función de la tirosinasa. Esta es una enzima que estimula la producción de melanina, la cual le da color a la piel. Ella ayuda a unificar el tono de la piel.
- Potencia el recambio epidérmico, es decir, elimina células muertas, mejora la textura de la piel y disminuye los poros abiertos.
- Es ideal para contrarrestar los daños del sol, porque combate los radicales libres.
- Se recomienda usarlo por la noche, ya que contribuye a retrasar la glicación. Es decir, el proceso natural que provoca la flacidez de la piel.
- Es capaz de disminuir los daños provocados por los rayos ultravioleta.
- Estimula la producción de colágeno y promueve la regeneración de las células (Villar, 2022).
Paso a paso para usar el retinol
Lo mejor es asesorarte de un especialista antes de comenzar a usar el retinol. Él te puede ayudar a encontrar la dosis que tu piel necesita (Villar, 2022).
En términos generales, lo mejor será comenzar con dosis bajas, para desarrollar una tolerancia. El objetivo es evitar reacciones adversas. Tal característica no debe desanimarte, pues el uso constante de retinoles puede retrasar el avance de los signos de la edad en la piel.
Lo importante es estar atenta a tu rostro y ver cómo se comporta en cada aplicación. Ante cualquier reacción no deseada, lo mejor es detener su uso y consultar al especialista. Algunos de esos efectos no deseados pueden ser:
- Sequedad y aspereza.
- Descamaciones
- Enrojecimientos e irritaciones.
Sin embargo, el uso de retinoles para pieles maduras puede ser muy benéfico. Es la razón por la que te invitamos a consultar con tu especialista y comenzar a probarlo.