Si al finalizar el día, tras haber pasado largas horas frente al computador, te arde la vista, quizás estés pasando mucho tiempo frente a la luz azul. Aquí te explico un poco qué es, cómo te afecta y cómo protegerte de ella.
¿De dónde viene la luz azul?
La luz azul es una de las partes de la luz que somos capaces de ver. Su principal fuente proviene del sol. Sin embargo, también encontramos su versión artificial en las bombillas LED y en las pantallas de los dispositivos electrónicos. Esto nos dice una sola cosa: no podemos escondernos de ella.
Hoy en día vivimos en un mundo digital donde todo lo que nos rodea tiene pantallas. Por eso es importante tomarla en cuenta para evitar posibles efectos negativos. Y es que, aunque muchas veces lo que provoca es desconectarse, la realidad es que la luz azul es inevitable.
Efectos de la luz azul
Problemas para dormir
Pasar largo rato en las pantallas antes de dormir (en las redes sociales, en las páginas de noticias o viendo series) disminuye los niveles de melatonina. Esta puede ser una de las razones por la que te cuesta quedarte dormida. Por eso se debe evitar el uso de cualquier dispositivo al menos una hora antes de ir a la cama (Alonso, 2019).
Aumento del apetito
Un estudio de la Universidad del Noroeste de Estados Unidos determinó que la luz azul incrementa el apetito por dos horas luego de pasar más de 15 minutos ininterrumpidos frente a las pantallas (Cheung, 2014).
Cansancio en la vista
No hay que llegar a los extremos. Según la Sociedad Española de Oftalmología (2018), la exposición a esta luz artificial no te dejará ciega. Lo que sí ocurre es que pasar mucho tiempo frente a las pantallas hace que parpadees menos, causando cansancio ocular y resequedad.
Puedes protegerte de distintas maneras
Usando lentes con filtro de luz azul evitarás alterar el ciclo del sueño y tendrás una vista más descansada. Sin embargo, también hay técnicas sencillas recomendadas por la Academia Americana de Oftalmología (2020) que puedes aplicar en tu día a día:
- Limita las horas que pasas frente a la computadora y haz pausas a lo largo del día.
- Cada 20 o 25 minutos mira a la lejanía. Haz la prueba ya mismo y entenderás por qué te lo recomiendo.
- Parpadea más seguido. Suena extraño, pero es la forma natural de mantener tus ojos hidratados.
- Cierra los ojos y muévelos en distintas direcciones. Será como darte un masaje ocular.
No veas a la luz azul como enemigo de tu bienestar. Busca un equilibrio que te permita disfrutar de sus beneficios sin alterar tu salud. Recuerda que sin luz no hay vida.