Sí, aunque no lo creas podemos comer postres saludables sin que afecten tu peso!
¿Te ha pasado alguna vez tener un antojo de algo dulce, correr a la cocina y buscar con ansia en todos los cajones hasta encontrar algún chocolate o galleta? ¿Volviste por el segundo y el tercer trozo y simplemente no pudiste parar de comer hasta terminar el paquete entero? Si eso te suena familiar, no eres la única/el único. ¡Y tampoco es tu culpa!
De hecho, los dulces industriales han sido diseñados a propósito para ser irresistibles, llevando una mezcla de azúcar, sal, grasa y otros aditivos, calculada para darle a nuestro cerebro el impulso de comerlos sin poder parar.
Es especialmente en momentos de estrés y ansiedad, soledad y aislamiento (¡todo lo que estamos viviendo ahora con la pandemia!) que nuestro cuerpo busca consuelo a través de este tipo de comida. ¿Y si conociéramos una forma de darnos un capricho sin remordimientos y sin dañar nuestra salud?
Afortunadamente hay maneras de preparar postres saludables, que satisfacen los antojos dulces sin sentimientos de culpa, ni calambres abdominales o kilos demás.
Cómo preparar postres saludables
Lo más importante a la hora de cocinar postres saludables son los ingredientes elegidos. Por definición, los postres son dulces y contienen grasas. La clave está en encontrar alternativas saludables a las grasas y los ingredientes dulces.
Lógicamente, utilizar azúcares refinados o grasas altamente procesadas no es una buena opción para hacer postres saludables. En la siguiente sección hablamos sobre que ingredientes recomendamos.
Otro aspecto importante es el método de cocción y la temperatura empleada. Al superar los 400 grados F (200 grados C), la mayoría de los nutrientes se destruyen, dejándonos comiendo calorías vacías, sin ningún aporte nutricional.
Alternativas saludables al azúcar
Muchas personas acuden al azúcar moreno, miel, sirope de arce o jarabe de agave pensando que estas son alternativas más saludables que el azúcar blanco. Pero tengo una noticia: ¡todos estos ingredientes son igual de malos que el azúcar refinado!
Todos tienen el mismo efecto en el cuerpo, elevan el nivel de azúcar en la sangre igual y requieren de la misma cantidad de insulina para ser absorbidos. Y también engordan igual…
Tras haber investigado varios edulcorantes, he llegado a la conclusión que lo mejor, desde el punto de vista nutricional, es utilizar stevia o eritritol para elaborar postres saludables. Ambos tienen prácticamente 0 calorías y, aún más importante, ninguno eleva el azúcar en la sangre, siendo una gran opción incluso para personas diabéticas.
Personalmente prefiero el eritritol, ya que sabe igual que el azúcar (un poco menos dulce), mientras que la stevia tiene un sabor fuerte.
Qué grasas utilizar en los postres saludables
Las grasas son uno de los temas más polémicos en el mundo de la nutrición. Es un asunto muy complejo y no voy a entrar en detalles en este artículo, pero es importante entender que las grasas per sé no son malas, ni engordan. De hecho, nuestro cuerpo las necesita para sobrevivir y para que nuestras células funcionen correctamente. Lo que sí es verdad es que hay fuentes de grasas más y menos saludables. Por ejemplo, los aceites vegetales son altamente inflamatorios, por lo que no recomiendo cocinar con aceite de girasol, de canola, de soja o de maíz y tampoco con margarina (este siendo un producto altamente procesado y dañino).
Una dieta rica en grasas saturadas provenientes de fuentes animales se asocia a un mayor riesgo de enfermedades degenerativas. Por eso no recomiendo abusar de productos como mantequilla o manteca de cerdo.
Para elaborar postres saludables, recomiendo optar por aceite de oliva virgen extra, aceite de coco ecológico, así como frutos secos o manteca (de cacahuetes, nueces, anacardos, avellanas o almendras).
Postres saludables: Receta de tarta saludable sin remordimiento
Excepto por ser un postre saludable, esta tarta también es vegana y sin gluten, siendo adecuada para personas celiacas e intolerantes a la lactosa. Es fácil de hacer, contiene ingredientes naturales, es rica en antioxidantes y está muy buena tanto recién salida del horno como al siguiente día. Para hacer una tarta con 6 porciones, necesitas:
Un molde de 30×20 cm con papel de horno.
Para la base
¾ vaso de harina de avena.
½ vaso de almendras.
½ vaso avellanas.
2 manzanas.
2 cucharadas de aceite de coco.
Para el relleno
750g mix de frutos rojos (fresas, frambuesas, arándanos) – pueden ser frescos o congelados
1 cucharada de eritritiol
Para la cobertura/migas
½ vaso de copos de avena integral.
1 cucharada de aceite de coco.
2 cucharadas de eritritol.
2 cucharadas de mantequilla de cacahuete 100% (puede ser también de otro fruto seco)
½ cucharada de canela.
Precalienta el horno a 350°F (175°C).
Empieza por cortar las manzanas y ponerlas en una olla con algo de agua para hervir. Mientras tanto, tritura las almendras y las avellanas hasta obtener una harina. Combínala con la harina de avena y el aceite de coco. Echa las manzanas hervidas en una batidora y tritúralas hasta obtener un puré. Amasa todo hasta obtener una masa consistente y distribúyela uniformemente en el molde.
Mezcla los frutos rojos con el eritritol (si son congelados, déjalos reposar unos 10-15 minutos) y distribúyelos encima de la base.
Mezcla los copos de avena con aceite de coco, eritritol y canela y añade la mantequilla de cacahuete. Deberías obtener la consistencia de unas migas más grandes. Repártelos por encima de los frutos rojos.
Hornea durante 35 minutos, hasta que las migas se vean doradas.
Este postre saludable va genial no solo después de comer, sino también para el desayuno o para la merienda.
Si pruebas esta receta de tarta saludable con frutos rojos sin remordimientos, no dudes en compartir su foto en Instagram, etiquetándonos @Irinas_healthy_lifestyle. ¡Me encantaría saber cómo te salió y gustó!
Irina Flamaropol
Coach de Nutrición y Co-Fundadora de la Primera Escuela de Anti-Envejecimiento.