Los aceites esenciales son extractos naturales de plantas que capturan su aroma y propiedades. Se han usado durante años para proporcionar bienestar físico y psicológico, y como parte de los hábitos saludables.
De hecho, el uso de aceites esenciales para mejorar la mente, el cuerpo y el espíritu puede ser complemento de una atención sanitaria (Peterson, 2017). La aromaterapia, utilizada también como fuente de salud, usa estos aceites como materia prima. Ya sea por el aroma o a través de la piel, cada esencia tiene un uso específico y actúa de manera diferente en nuestro cuerpo. Revisa a continuación algunos de los aceites más comunes.
Tipos de aceites esenciales
Aceite esencial de lavanda
Se usa como sedante y calmante natural para aliviar el insomnio y el estrés. Puedes inhalarlo o agregar unas gotas a tu almohada. Si lo mezclas con un poco de aceite de oliva, puedes ayudar a mitigar una migraña. Para ello, al aplicarlo, realiza con un suave masaje en la cabeza.
Aceites esenciales: ¡qué no falte el de limón!
Lo puedes usar para heridas, verrugas y como antifúngico. Se le atribuye un efecto cicatrizante, por lo que es útil en el tratamiento de diversos problemas de la piel. Úsalo en las noches porque con la luz solar tiende a generar manchas.
También se le utiliza como limpiador y aromatizante. Prepara un spray mezclando un poco de este aceite esencial en agua y rocía con él tu casa y los muebles.
Aceite esencial de bergamota
Tiene un aroma estimulante, por lo que puede crear una atmósfera positiva que te ayude a sobrellevar momentos de angustia y depresión. Es recomendable usarlo en la mañana para que empieces el día llena de optimismo.
También es desinfectante, purificante y restaura el equilibrio de pieles grasosas o secas, ya que estimula el flujo sanguíneo. ¡No lo uses si vas a exponerte al sol! Por sus componentes puede generar quemaduras (Bolaños, 2018).
El romero también se utiliza para crear aceites esenciales
Para un masaje calmante. Si sufres de dolor de espalda, el aceite esencial de romero te resultará de mucha ayuda. Lo puedes mezclar también con aceite de oliva para mejores resultados. Es útil además para los problemas de circulación. Otros beneficios: rebaja la fatiga mental, es energizante y potenciador de la concentración (Cuidateplus, 2016).
Aceite esencial de manzanilla
Es un tranquilizante por excelencia. Ayuda a combatir los nervios y estrés brindando un estado de ánimo positivo. También es una buena alternativa para aliviar las tensiones musculares, la piel reseca e irritada y, en general, para cualquier problema de la piel.
¿Cómo preparar aceites esenciales en casa?
Los aceites esenciales puros se obtienen de dos formas básicamente:
- La destilación por vapor, para lo que necesitas un destilador.
- La maceración, que se consigue poniendo la planta en algún aceite base, como el de almendras.
Los destiladores comerciales son muy efectivos, pero también muy caros. En cambio, el proceso de maceración, que aunque parece más fácil, es un poco más tardado.
¿En qué consiste? Escoges la planta, la machacas. Luego, adicionas lo obtenido a un aceite base y guardas la mezcla en un recipiente de cristal durante un mes aproximadamente.
Después, cuelas la mezcla y guardas el aceite con las propiedades en otro recipiente de cristal, pero esta vez oscuro. El objetivo es mantener el mayor tiempo posible las sustancias químicas de la planta en el aceite.
Ten presente que los aceites esenciales también tienen recomendaciones de uso. Puede haber restricciones para mujeres embarazadas, niños pequeños y adultos mayores; o para personas que sufren alteraciones neurológicas o coronarias. También pueden causar alergias en la piel. Por lo tanto, debes tener cuidado y consultar a un especialista en caso de duda.
