El consejo para tener una buena salud puede sentirse exigente en algunos momentos. ¿Quieres perder peso? debes hacer más ejercicios, y comer menos. ¿Quieres una mejor relación? Ama más y odia menos. ¿Quieres mejorar tu salud mental? Socializa más.
Busca en internet y no tardarás mucho en llegar a la conclusión de que todo esto está en ti; ya sea, que hagas lo suficiente, o que estés haciendo demasiado.
Tomar un mayor control de tu vida es un paso importante para mejorar y mantener una buena salud.
La influencia del ambiente
La verdad es que siempre habrá aspectos de tu salud que son extremadamente difíciles de influir; algunos están simplemente fuera de tu control. De acuerdo con un reciente estudio publicado por investigadores de la Universidad de Washington, no podemos ignorar nuestro entorno de vida; el cual puede determinar cuánto ejercicio hacemos, qué educación recibiremos y en qué nivel socio económico pudiéramos caer. Esto desempeña un papel importante para determinar si viviremos con buena salud y si podremos apagar las velas, de nuestra centenaria torta de cumpleaños.
Científicos han anunciado por décadas que nuestro entorno influye en la salud y en la longevidad. Vivir en comunidades que tienen acceso a espacios verdes, es mucho mejor para el cuerpo y la mente.
Las comunidades más sanas de los Estados Unidos, obtuvieron ese estatus debido a su acceso equitativo a nutrientes, a educación de calidad, y a buena atención médica. Y el hilo común entre las áreas del mundo, donde las personas tienen probabilidades de vivir más de 100 años (las llamadas “zonas azules”) tienden a ser los factores ambientales positivos, como el valor cultural de los familiares y la calidad de la dieta de la región.
De hecho, las condiciones ambientales son determinantes para tener una buena salud y sentirse bien. Tan es así, que los investigadores estiman que en el camino de las personas que envejecen y en cuán largo viven, sólo de un 20 a un 35%, son el producto de rasgos heredables (genes). El restante, entre un 65 a un 80%, es la suma de los llamados “determinantes sociales de la salud” que incluyen todos los factores externos que contribuyen a la buena salud de una persona, incluido el logro educativo. También al acceso a una atención médica de calidad y que sus hijos estudien, por ejemplo en la Universidad del Estado de Washington. Los investigadores encontraron evidencia para respaldar las afirmaciones de los hechos.
Buena salud: acceso a las caminerías
Las caminerías están estrechamente relacionadas con su acceso transitable a infraestructura importante, el transporte público, alimentos saludables, clínicas de atención médica y otros puntos críticos de las comunidades.
Lugares con más áreas transitables que le permitan a la persona caminar o andar en bicicleta para transportarse y relacionarse. Propósitos que tienen el doble efecto de ayudarlos a ahorrar dinero y aumentar la cantidad de ejercicio que obtienen.
Las personas que viven en comunidades con más áreas transitables y parques, tienen un mejor índice de masa corporal y valores más bajos en sus resultados de laboratorio; y además, alcanzan un 30% de actividad física, lo cual les permite mantenerse con buena salud.
Educación más alta, tasa de mortalidad más baja
Estudios previos han sugerido que los niveles de educación más altos, están frecuentemente asociados con una mortalidad más baja. El mayor rendimiento académico, se ha relacionado con mejores oportunidades de empleo, mejor conocimiento de los recursos y el comportamiento de las fuentes de salud.
En este reciente estudio, sin embargo, la educación fue inesperadamente relacionada con el convertirse en un centenario.
Los investigadores buscando la influencia del logro educativo en las últimas generaciones, encontraron que el 34% de los americanos, tenía diplomas de escuela secundaria en 1.960 versus el 80% alcanzado para el año 2000. Esto podría aclarar su falta de asociación entre el logro educativo y la longevidad, de entonces.
Específicamente, actualmente los niveles más altos de educación, podrían alcanzar brechas más grandes en la longevidad entre la población más joven, debido al rápido cambio tecnológico y de estilo de vida en Estados Unidos.
El estado civil de las personas se relaciona con la buena salud
En comparación con los adultos mayores casados, aquellos que eran viudos, se divorciaron, o nunca se casaron, tenían más posibilidad de convertirse en centenarios. Estos hallazgos vuelan frente a décadas de descubrimientos científicos anteriores, que generalmente postulan la teoría “matrimonio de protección”. La idea de estar casado se asocia con una mayor conexión social, que también se ha vinculado independientemente con una mortalidad posterior. Sin embargo, a diferencia de muchos de estos otros estudios, este se centró específicamente en personas mayores de 75 años. Los investigadores consideraron que su hallazgo podría explicarse parcialmente, por el hecho de que los matrimonios tensos pueden ser una causa independiente de estrés dañino y resultados de salud disminuidos. Mientras que los viudos, divorciados y no casados, no tienen el aspecto de salud negativo de matrimonios no felices.
Buena salud: el estatus socio-económico influye
De acuerdo con estudios recientes, se encontró que la gente que vive en áreas de mayor privación, tenía menos posibilidades de llegar a ser centenarios. Por otra parte, aquellos de más alto estatus socio económico tienen más probabilidades de mantener una buena salud y de llegar a muy avanzada edad. Estos tienen más accesos a intervenciones de médicas y tienen más y mejores conexiones socio económicas.
Sexo y raza
Estos estudios encontraron que la mujer tiene más probabilidades de vivir 100 años que el hombre. Y que los individuos no blancos, no viven tanto como los blancos. Los investigadores han hallado una mayor mortalidad en los afroamericanos, comparado con la de los americanos.
Por el contrario, individuos hispánicos y asiáticos, así como los de las Islas del Pacífico, han mostrado una tasa de mortalidad menor que los de raza blanca.
Porcentaje de población en edad laboral
Es más frecuente encontrar centenarios en comunidades que tienen altos porcentajes de gente en edad de trabajar y con acceso al mismo, También con facilidades a servir en distintos programas y preferiblemente a un estilo de vida más activo.
El tiempo que vives determina qué tan bien vives; lo que juega un papel importante en señalar cuánto tiempo vives.
No hay dudas de que un estilo de vida saludable, nutriéndose bien, haciendo más ejercicio, aumentando tus relaciones con amistades, caminando, utilizando espacios verdes o montando bicicletas, constituye el camino, entre otros, de llegar a ser un centenario, manteniendo un buen estado de salud.
Todo esto expresa que los factores ambientales representan entre un 65 a un 80% de tu salud.
Dr Isidoro Bronstein
Medicina Preventiva y Longevidad
