Sobre la intimidad en pareja y la libido, es mucho lo que sigue siendo un misterio. Pero, las pinturas de evidencia disponibles, son una imagen interesante de los diversos factores que impulsan nuestro interés y nuestra capacidad para la sexualidad. La intimidad en pareja es un factor importante cuando se trata de la libido. En este sentido, los hombres y las mujeres difieren en muchas formas, pero ciertas elecciones y condiciones del estilo de vida, tienen efectos similares en ambos sexos.
Según una revisión publicada en la revista Reproductive Biology and Endocrinology en el año 2020, el abuso de alcohol, por ejemplo, tiende a disminuir la libido. Esto provoca disfunción eréctil en los hombres, y, la pérdida de interés y orgasmos insatisfactorios en las mujeres. Así mismo, las investigaciones indican que el ejercicio tiene un efecto positivo en el bienestar sexual.
Independientemente del género, hay muchos factores que pueden afectar la intimidad en pareja y la libido. Además de los culpables obvios, como lo son el tabaquismo, la falta de ejercicio y el consumo de alcohol, hay tres causas importantes a saber:
- Peso
- Dieta
- Deseo sexual.
Intimidad en Pareja: peso, dieta y deseo sexual
Hasta el 22% de las mujeres obesas y el 21% de los hombres obesos, manifiestan disfunciones sexuales que incluyen disminución del deseo y problemas de excitación. Los estudios han destacado los vínculos entre la obesidad, la disfunción sexual y el desarrollo de enfermedades no transmisibles, siendo, las enfermedades cardiovasculares, las más destacadas. En el caso de los hombres, aquellos con un peso corporal y una circunferencia de cintura superiores al promedio, tienen un mayor riesgo de desarrollar disfunción eréctil.
La mayor parte de la evidencia sugiere que este vínculo se debe a una función endotelial disminuida y a un flujo sanguíneo reducido. Si bien esto puede no afectar la libido directamente, los expertos de la Clínica Mayo señalan que la obesidad también puede conducir a problemas de baja energía y autoestima. Esto puede resultar en una pérdida significativa del deseo sexual. Los autores de la revisión publicada en la revista Biología Reproductiva y Endocrinología sugirieron que la asociación entre la obesidad y el deterioro de la calidad de vida sexual, afecta a las mujeres “en mayor medida que a los hombres obesos”.
¿Qué dicen los autores?
Los autores citan un estudio según el cual, un IMC (índice de masa corporal) alto, está relacionado con un deseo sexual reducido. Además agregaron que el mecanismo detrás de esto puede ser psicosocial. Las mujeres obesas, en particular, son a menudo, el objetivo del estigma social y la discriminación relacionada con el peso. Esto puede provocar depresión y trastorno del estado de ánimo y en última instancia disminuir la libido.
Por otro lado, la pérdida de peso se acompaña de mejoras en muchos aspectos biológicos, psicológicos, y de factores sexuales. Según la revisión, perder peso beneficia significativamente los niveles de testosterona y el deseo sexual en hombres obesos.
Algunos estudios sugieren que una dieta de estilo mediterráneo (que involucra una base de legumbres, verduras, frutas y un consumo limitado de carnes rojas y de productos lácteos), mejora la función sexual en hombres y mujeres. Para los hombres, la evidencia sugiere, además, que una dieta mediterránea puede reducir la disfunción eréctil. Para las mujeres ayuda a reducir el IMC y también mejora la función sexual y la intimidad en pareja.
Intimidad en pareja: salud mental, estrés e impulso sexual
Las investigaciones dicen que el impulso sexual se ve afectado no sólo por hábitos tales como la falta de intimidad, la dieta y del ejercicio, sino también, por factores estresantes comunes. Estos podrían ser fechas límites, preocupaciones financieras e incluso el tráfico, los cuales pueden cambiar la forma en que piensas y sientes sobre el sexo.
Según la revisión antes mencionada, los factores estresantes crónicos, conducen a niveles más altos de la hormona cortisol. Esto puede provocar una reducción de la actividad de los esteroides gonadales y los andrógenos suprarrenales. A su vez, puede resultar en un menor deseo sexual y de excitación tanto en hombres como en mujeres.
Los autores también señalan que el estrés puede afectar los estados emocionales y cognitivos. Esto dificulta que las personas puedan concentrarse en los estímulos secundarios. Además podría convertirse en un tema circular, en el cual el estrés crónico se convierte en un impulso sexual bajo, que conduce a la ansiedad y a más estrés, y así sucesivamente. De hecho, la revisión cita una serie de estudios en los cuales se encontró que en el manejo de la disfunción secundaria, las técnicas de manejo del estrés son más efectivas que las intervenciones farmacéuticas.
Un artículo publicado en el American Journal of Lifestyle Medicine en el 2018, el cual se centró en el bienestar sexual de las mujeres, señala que la práctica del mindfulness o de yoga, pueden conducir a una mejor salud sexual. Cómo? controlando los síntomas de ansiedad y depresión, y así ayudando a estimular la función y el deseo sexual.
Intimidad en pareja: problemas de relación y deseo sexual
El ya mencionado artículo del año 2018 de la Revista American Journal of Lifestyle Medicine, señala otra causa, no fisiológica, del trastorno del deseo sexual en las mujeres. Esta es la baja satisfacción en la relación. Esto a menudo se debe a conflictos interpersonales o la disfunción sexual de la pareja.
Según los expertos de la Clínica Mayo, la falta de intimidad emocional en la pareja, los problemas de confianza y la mala comunicación de las necesidades y preferencias sexuales, pueden conducir a una disminución del deseo sexual. Esto también es cierto para los hombres.
La pérdida de la intimidad y la visualización habitual de pornografía, puede conducir a un menor deseo sexual en los hombres. Del mismo modo, un artículo de la Cleveland Clinic, apunta a una baja testosterona en los hombres, como un contribuyente potencial al bajo impulso sexual, junto con problemas de salud mental, como depresión o ansiedad o dificultades en la relación.
Recuperando tu entusiasmo y energía
Como señalaron los autores de una revisión publicada en la revista Reproductive Biology and Endocrinology en 2020, el médico que trata a pacientes con baja libido debe proceder con una “perspectiva de sistemas”. De esta forma puede comprobar la probabilidad de que el impulso sexual del paciente se vea afectado por una variedad de factores físicos y psicosociales.
Los autores del artículo de la Revista American Journal of Lifestyle Medicine del año 2018, llegan a una conclusión similar. Ellos postulan, que las causas de la libido baja pueden ser físicas. También culturales, emocionales, médicas y psicológicas, debidas a la dinámica de la relación o a una combinación de todos estos factores.
Cuando intentes comprender tu deseo sexual, comienza con este enfoque de sistema holístico. Procura que tu comida sea saludable, haz ejercicio con regularidad, observa más de cerca tu medicación y mejora la relación con tu pareja.
Ref: Alistair Gardner/ Clínica Mayo/ Cleveland Clinic
Dr Isidoro Bronstein
Medicina Preventiva y Longevidad