¿Te ha pasado lo siguiente? Tienes una cita, hay chispas, se escriben de nuevo, se pone seria la cosa y de repente: ¡boom!, desaparece por completo. Cuando pasan las semanas y ya te sientes super bien vuelves a recibir un “Hola, ¿cómo estás?”. ¿Algo de esto se te hace conocido? Presta atención y evita ser víctima del benching.
De los creadores del ghosting llega el benching. Esta es una práctica que tienes que conocer antes de salir al ruedo en lo romántico. Más aún en tiempos de redes sociales.
¿De dónde surge la idea del benching?
El benching proviene del término bench, que significa “estar en el banquillo” o “ser el plan B”. Es una técnica para hacer que relaciones que no interesan se mantengan en el radar como un segundo plato (20minutos, 2017).
Con la llegada de las redes sociales y la posibilidad de comunicarse en privado con tantas personas, se ha hecho más fácil el rechazar sin rechazar. Mientras tanto, se mantiene a la persona atada con un «Aún no”. A eso llamamos benching.
¿Por qué funciona el benching?
La persona a la que se le hace benching suele quedar atrapada en el juego de la otra persona que la tiene como Plan B. Esto pasa porque los mensajes de gente que nos atrae suelen provocar reacciones placenteras y adictivas en nuestro cerebro (20minutos, 2017).
¿Cómo se ve el benching?
Un ejemplo de cómo se ve esta técnica es el “Ni contigo, ni sin ti”. Es una relación en la que no se avanza a un compromiso, pero tampoco se deja ir a la persona. Mientras una de las partes está aguardando el mensaje del otro, el que no está interesado:
- Carece de comunicación.
- No ofrece lo que la persona desea.
- No la deja ir del todo.
- Mantiene a la persona ilusionada.
- No se crea el vínculo de la necesidad. Se ven solo si su agenda lo permite.
- Cuando por fin logran encontrarse, te ilusionas nuevamente pero la relación sigue igual. No avanza.
De esta forma, la parte interesada posiblemente sufre de ansiedad ante la posible oportunidad futura, mientras la otra persona no la descarta del todo.
¿Estoy siendo víctima de esta situación?
A veces las personas a nuestro alrededor suelen darse cuenta primero de que nuestro ser adorado no está interesado como nosotras lo estamos. Pero, como nos cuesta darnos cuenta, te sugiero que prestes atención a estas señales (RPP, 2016; Chíngale Darling, 2019):
- Planifican una cita romántica y mientras tú cuentas los segundos para verle, de un momento a otro surge alguna situación que impide los planes.
- La relación siempre es un intercambio de mensajes, de invitaciones y de posibilidades. Sin embargo, nunca se concreta nada.
- A veces hablan bien, pero en otras oportunidades te deja en visto.
- Te dan suficiente atención para que sigas ahí, pero nada de compromisos para avanzar.
- Siempre sientes confusión y ansiedad, pero nunca seguridad sobre la relación con la persona.
- La otra persona tiene más personas en su interés. Mientras, se mantiene abierta a ti para no perder su plan B y ver cómo se resuelve todo.
- La relación se vive bajo los términos del otro. Se ven si te quiere ver, se hablan si la otra persona habla, pero nunca respondiendo a tus necesidades. El problema es que muchas veces nos enamoramos sin darnos cuenta y sufrimos.
En la era digital en la que vivimos hay más cercanía para interactuar con otros. Sin embargo, conseguir relaciones de valor y donde el compromiso se honre, muchas veces es difícil. Mantente alerta y evita ser víctima del benching.
Evalúa siempre si la persona con la que mantienes la relación presente te da la importancia que tú le das. Si no es así, toma la decisión adecuada. No vale la pena insistir en alguien en cuya agenda ocupas el último lugar. Tienes grandes fortalezas para salir adelante. No permitas que te sigan engañando. Vales mucho y no eres tu precisamente quien pierde alejándote de alguien así. Todo lo contrario; vas a sentirte más tranquila, en paz, con tus emociones equilibradas y con suficiente tiempo para dedicarlo a ti y no a alguien que no lo merece.
¡Todo cambia si tú lo decides!