Por una u otra razón en la vida siempre hay que tomar decisiones. Es una constante que se presenta en nuestro diario vivir. Algunas decisiones serán más fáciles de tomar que otras, sin embargo, lo importante es entender que de eso se trata la vida. Todos sabemos que ningún ser humano es igual a otro. Algunos pueden tener similitudes físicas o formas parecidas de ver la vida, pero la toma de decisiones, para cada quien es un proceso distinto.
A lo largo de nuestra existencia se presentan momentos en los que una decisión puede ser el punto de arranque a algo mejor. Por ejemplo: elegir entre dos tentadores escenarios de trabajo no es fácil, sin embargo pensarlo eternamente hace que pierdas oportunidades, por eso hay que tomar decisiones!
Situaciones variadas
Te ofrecieron el trabajo de tus sueños. Lo malo es que queda lejos de tu residencia y te sientes feliz viviendo dónde estás. Qué hacer? ¿Cómo tomar una decisión tan importante? Luego de tantos años de trabajo, por fin llega la oportunidad más esperada, en el momento menos oportuno.
¿Qué hacer ante situaciones como estas?
Definitivamente hay que tomar decisiones basadas en análisis objetivos. Sigue leyendo…
- El primer paso es ver el lado positivo y negativo de la propuesta.
- Analiza distintos escenarios.
- Inclínate hacia lo que esté en sintonía contigo y tus metas personales.
- Dale la importancia que merece cada una de tus decisiones. A veces no lo hacemos.
- La intuición juega un papel fundamental en la toma de decisiones. Debes confiar en ese don que la vida te regaló.
- No le temas a la incertidumbre. Si sientes que es lo correcto, ve por ello.
- Asume consecuencias. Si las cosas no salen como esperabas, tómalo como un aprendizaje sin deprimirte ni reprocharte nada.
- Pon en perspectiva todas las alternativas que tienes en tus manos.
- Sé creativo al momento de la toma de decisiones.
- Apóyate en personas de confianza. Ellas podrán ayudarte a tomar un buen camino y quizás te muestren otras opciones que no habías considerado.
- Toma el tiempo prudencial para analizar bien qué es lo correcto para ti. No esperes mucho. Las oportunidades se marchan y podemos perder algo que siempre hemos esperado. Ten presente que las oportunidades pocas veces se repiten!
Hay que tomar decisiones: Nadie puede decidir por ti
Por último y no menos importante recuerda que una vez que tomes la decisión, debes empoderarte y poner en marcha tus planes y observar los resultados. Recuerda que nadie puede decidir por ti. Eres dueña de tu vida y conoces tus aspiraciones y tus metas.
Las grandes decisiones comienzan dando el primer paso: sea un viaje, una oportunidad de trabajo, o una nueva relación en tu vida. Hay que tomar decisiones porque ellas nos pueden cambiar la vida. No lo pienses más. Actúa!
«Donde no hay decisiones, no hay vida» Joseph J. Dewey