Todos tenemos que saber que no debemos juzgar a los demás y sobretodo cuando no exista razón alguna para hacerlo. Muchas veces esto sucede cuando quien juzga conoce poco de la persona señalada.
¿Te has sentido alguna ves juzgado/a por alguien sin motivo ni causa alguna?
Sabemos lo que se siente cuando se juzga a otro de esa forma y por eso debemos entender que no se debe caer en el hecho de juzgar y menos sin tener motivo alguno para hacerlo.
Antes de juzgar analiza los hechos
- No hay que juzgar o emitir critica alguna a otros, ya que con esto no aportas nada positivo ni a ti ni a la víctima de tu actitud.
- Si va a emitir algún juicio sobre alguien, debes estar bien seguro/a de que estas bien informado/a y conoces todo aquello que envuelve el hecho sucedido. De esa manera evitas difundir falsedades o caer en chismes dañinos.
- Antes de juzgar alguna actitud errónea por alguien cometida, analiza bien los hechos a priori, y cuales fueron las circunstancias por las cuales ocurrieron.
- Ponte en el lugar del actor y piensa y analiza que hubieses hecho tú ante una situación similar.
- Recuerda siempre que antes de juzgar a alguien es mejor dar un consejo o una hacer crítica constructiva que ayude a rectificar lo sucedido.
- Todos podemos equivocarnos. Nadie está exento de eso.
- Tampoco olvides que es sano y conveniente juzgarnos a nosotros mismos, antes de juzgar continuamente errores de los demás.
No te conviertas en juez de otros
- Ten siempre presente lo importante que resulta ser optimista en el transcurso de la vida y por eso debes intentar aceptar a los demás, valorando primero lo positivo que tienen, que señalando continuamente algún error que cometan, por más negativo que este parezca.
- De esa manera y con ese sano optimismo lograrás mejores objetivos colectivos.
- Recuerda que ser imparcial al momento de juzgar te enriquece y te valora, y que al contrario, ser injusto al hacerlo podría originar consecuencias duras, no deseables para ambas partes.
¿Por qué no debes juzgar sin razón?
- Porque no existe persona alguna que le guste ni que acepte que lo valores negativamente y lo vayas a juzgar de esa manera.
- Sabes que todos pensamos y actuamos de forma distinta. Tu manera de decidir es propia y diferente a la de otros.
- A la persona que quieres juzgar sueles no conocerla profundamente. No sabes cuales son sus debilidades, costumbres, hábitos y preferencias. Juzgarlos sería sin la debida certeza y razón.
- Tú también tienes defectos y debilidades. Juzgar a otros no mejora en absoluto tus propias carencias y errores.
¿Cómo actuar antes de juzgar?
- Trata de ver lo positivo y no solo lo negativo de las demás personas.
- Recuerda que la gente no cambia porque tú lo quieras o lo decidas. Ellos tienen sus espacios y toman sus propias decisiones.
- Lo que sí pudieses hacer es darle algún consejo o ejemplo positivo de una forma amable. Pero sin duda entiende que tratar de cambiarlo es tarea difícil y a veces imposible.
- Lo importante antes de intentar juzgar a alguien es tener cautela. Debes conocerlo bien para evitar hacer un juicio incorrecto. Muchas veces con esta actitud corres el riesgo de perder hasta una buena amistad.
- Ten siempre presente que cuando vayas a juzgar a alguien o a emitir alguna crítica, debes evitar hacerte eco de chismes o noticias sin confirmar, ya que muchas veces son falsas y dañinas. La seguridad sobre la información que recibas acerca del caso es fundamental.
Sobre este tema me viene a la mente las palabras emitidas por su Santidad el Papa Francisco en Junio 23 del 2014, cuando en la Misa Matutina en la Capilla de la Domus Sanctae Marthae expresó lo siguiente sobre el hecho de juzgar:
“Quien juzga se pone en el lugar de Dios y haciendo esto se encamina a una derrota segura en la vida, porque será correspondido con la misma moneda”
Dora D’Agostino
