Cuando planeas un viaje, ¿incluyes días adicionales a tu llegada para descansar? Seguramente lo haz hecho al menos una vez. Y es que cuando escogemos un destino, queremos conocer todo en tiempo récord. ¿Qué tal si viajamos para conectarnos con los sitios y conocer culturas? La respuesta está en el slow travel.
Este es un movimiento en el que priman las experiencias sobre los más concurridos sitios turísticos de cada destino. La idea es conocer a su gente, sus tradiciones, sus costumbres y sus historias. (Skyscanner, 2019).
Si quieres hacer un viaje al estilo slow travel, debes dejar de lado las guías turísticas. El objetivo no es visitar un gran número de lugares, sino pasar más tiempo en ellos. Se trata de crear un itinerario flexible que te permita cambiar de planes cuando así lo prefieras.
¿Dónde surgió el slow travel?
El movimiento slow nació en Roma a finales de los 80, cuando una cadena de comida rápida quiso abrir una sucursal en una plaza de la ciudad. Quienes protestaban, defendían la costumbre de sentarse a comer por horas acompañados de un buen vino. Y así surgió el slow food (Hostelworld, 2018).
Es ahora un estilo de vida que invita a vivir con menos prisa y que se aplica a cuantos ámbitos de la vida quieras. Sus ventajas son evidentes, pues te permite crear una conexión auténtica con los locales. Pero si pasar mucho tiempo en una misma zona no es lo tuyo, podrías aburrirte fácilmente.
O si contar con el tiempo es el problema, el slow travel no es lo tuyo. Simplemente, pasar semanas o meses lejos de casa no es posible para todas.
Tres destinos para disfrutar del slow travel en Estados Unidos
1. California
Una de las mejores formas de conocer esta zona es planear un road trip por la famosa Pacific Highway Coast (CA-1). Esta autopista atraviesa los estados de Washington, Oregón y California. Pero hoy nos vamos a centrar en uno de los recorridos más populares: San Francisco-San Diego. Este es un viaje lleno de paisajes únicos, playas cristalinas, pequeños pueblos y parques naturales.
Te recomiendo que programes mínimo siete días y hasta dos semanas para este viaje. En verano, la CA-1 suele estar congestionada, por lo que primavera y otoño pueden ser mejores opciones. Recuerda que también puedes hacer slow travel en grandes ciudades, así que San Francisco, Los Ángeles y San Diego son paradas obligatorias (Where are those Morgans?, 2021).
2. Utah y Colorado
Si prefieres las montañas, esta ruta explora los paisajes de rocas rojas y picos de granitos más imponentes del país. Este es un circuito por cinco parques nacionales, que puedes adaptar a tu ritmo (Colorado National Park Trips, 2021). En ellos se encuentran parajes poco concurridos que garantizan una experiencia única.
Reserva una semana para este recorrido. El punto de llegada y de salida es Salt Lake City, en Utah, y las otras paradas son las siguientes:
- Flaming Gorge National Recreation Area.
- Dinosaur National Monument.
- Rocky Mountain National Park.
- Colorado National Monument.
- Arches National Park.
3. Seattle, Washington
Como ya lo mencionamos, el slow travel también tiene cabida en las ciudades. En este caso, mi recomendación es que tomes como base a Seattle y explores los parajes secretos que rodean este centro urbano.
El Parque Kerry y el Seattle Great Wheel tienen vistas únicas del mar hacia el paseo marítimo de la ciudad. A menos de una hora está el Mount Si, un spot que ofrece múltiples senderos y la opción de escalar la montaña.
Un poco más retirado está el Mount Rainier, una elevación que tiene un volcán activo (Anyplace, 2020). Y así hay cientos de parques naturales por descubrir. No por nada este destino es famoso por sus actividades al aire libre y sus espectaculares panorámicas.
Aprovecha las vacaciones en estos lugares para retribuir a la comunidad. Quien hace slow travel, además de conocer a profundidad una cultura, también consume local. Esto significa hospedarse en casas de nativos en lugar de hoteles, contratar guías locales en lugar de grandes empresas o ir a restaurantes tradicionales en lugar de cadenas de comida.
